lgv
31-Mar-2010, 14:02
Después de nadar por un lodo nauseabundo llega a una playa llena de valvas que le producen cortes en las manos y en los pies. Agotado y con arcadas por las náuseas se desmaya producto del cansancio.
Al despertar encuentra a un niño que lo mira fijo y con curiosidad, que gira levemente la cabeza hacia la izquierda.
- "¿Dónde estoy?" –Pregunta el hombre.
Sin responder el niño toma una valva delicadamente entre sus dedos y con ella le procura un corte sobre el párpado derecho. El hombre grita mientras la sangre cae como una roja cortina sobre su ojo mientras el niño ríe divertido. Hecho eso, el crío da media vuelta y se va saltando y cantando algo que el adulto no logra entender.
Con todo el cuerpo dolorido, el hombre logra levantarse para ver una tierra en llamas, donde seres humanos corren desesperados mientras una lluvia ácida les come la carne al contacto y buitres gigantes los atrapan como presas para devorarlos vivos.
- "Bienvenido"
La cordial voz lo saca de su estupefacción.
Las palabras fueron dichas por un anciano jorobado que entre sus manos temblorosas sujeta un bastón de enredadas formas.
- "¿Que es este lugar?" –Pregunta el hombre.
- "Creo que lo sabes" –Responde el viejo con una sonrisa.
- "¡Pero no puede ser! ¡Yo no merezco estar acá!"
- "Bla, bla, bla... todos dicen lo mismo"
- "Pero, pero... ¿Que fue lo que hice mal? Si siempre me comporté correctamente: fui a misa, intenté ser un buen ciudadano"
- "Mataste a varios hombres..."
Todos los momentos de horror vuelven a su mente sin ningún filtro.
- "¡Pero estábamos en guerra!"
- "Ah, claro, eso lo cambia todo..." -La sonrisa del viejo muestra todos sus dientes postizos.
- "¡Pero fue una guerra santa... fue en SU nombre!"
- "¿Acaso ÉL bajo a pedirte que luches en su nombre? Yo creía que ese privilegio estaba destinado sólo a Gabriel..."
- "Pero... lo hicimos. Fuimos héroes..."
- "La sociedad convierte a unos en héroes y a otros en criminales. Acá es más simple, sin moral. Matar es matar, punto." -El viejo gesticula burlonamente mientras dice estas palabras.
- "¿Por qué Dios permite esto?"
- "¡Shhhh! ¡No lo nombres que se me ponen lo pelos de punta! Es simple muchacho, es algo que beneficia a ambas partes" -El viejo vuelve a sonreír.
El hombre abatido no puede terminar de comprender lo que escucha. Casi llorando pregunta:
- "¿Como que beneficia a ambas partes?"
- "Sin maldad, el mundo no conocería la bondad. Sin la oscuridad, no conocería la luz. Él gana poder mostrarles lo maravilloso que es y nosotros... bueno, ganamos más y más almas, jejejeje".
- "¿Y tú quien se supone que eres? ¿El Diablo?"
- "Mucho gusto, me alegra que ya me conozca"
- "...El ángel caído..."
- "Ohhh, soy mucho más que eso"
- "¿Que quiere decir?"
- "Cuando llegue el momento, lo sabrás. Ahora pasa a mi hogar, tengo un par de cosas para mostrarte"
Cuando aún las palabras sonaban en el aire, unos gusanos de gran tamaño salidos del lodo toman al hombre de los tobillos haciéndolo caer. Varios de ellos comienzan a caminarle por el cuerpo y no importa cuantos logre sacarse, cada vez son más.
Uno a uno comienzan a introducirse por los agujeros naturales del cuerpo. Los gusanos, de piel seca y dura, le raspan los conductos internos. El hombre grita y se retuerce del dolor, implorando ayuda al viejo, aún sabiendo que se trata del mismo Diablo.
Varios cangrejos salen del lodo lentamente y levantan al hombre sobre sus cabezas. A paso lento pero seguro comienzan a llevárselo hacia los mares de fuego y las nubes de ácido.
- "Bye bye" -Dice el viejo cuando pasan a su lado.
A los pocos metros, el niño que el hombre vio antes vuelve a pasar saltando y cantando:
Uno, dos, vienen por ti
Tres, cuatro, el eterno dolor
Cinco, seis, no tienes salvación
Siete, ocho, nunca morirás
Nueve, diez, nunca escaparás
El pequeño ríe al tomar la mano del viejo y ambos se van caminando lentamente por el límite del infierno.
Al despertar encuentra a un niño que lo mira fijo y con curiosidad, que gira levemente la cabeza hacia la izquierda.
- "¿Dónde estoy?" –Pregunta el hombre.
Sin responder el niño toma una valva delicadamente entre sus dedos y con ella le procura un corte sobre el párpado derecho. El hombre grita mientras la sangre cae como una roja cortina sobre su ojo mientras el niño ríe divertido. Hecho eso, el crío da media vuelta y se va saltando y cantando algo que el adulto no logra entender.
Con todo el cuerpo dolorido, el hombre logra levantarse para ver una tierra en llamas, donde seres humanos corren desesperados mientras una lluvia ácida les come la carne al contacto y buitres gigantes los atrapan como presas para devorarlos vivos.
- "Bienvenido"
La cordial voz lo saca de su estupefacción.
Las palabras fueron dichas por un anciano jorobado que entre sus manos temblorosas sujeta un bastón de enredadas formas.
- "¿Que es este lugar?" –Pregunta el hombre.
- "Creo que lo sabes" –Responde el viejo con una sonrisa.
- "¡Pero no puede ser! ¡Yo no merezco estar acá!"
- "Bla, bla, bla... todos dicen lo mismo"
- "Pero, pero... ¿Que fue lo que hice mal? Si siempre me comporté correctamente: fui a misa, intenté ser un buen ciudadano"
- "Mataste a varios hombres..."
Todos los momentos de horror vuelven a su mente sin ningún filtro.
- "¡Pero estábamos en guerra!"
- "Ah, claro, eso lo cambia todo..." -La sonrisa del viejo muestra todos sus dientes postizos.
- "¡Pero fue una guerra santa... fue en SU nombre!"
- "¿Acaso ÉL bajo a pedirte que luches en su nombre? Yo creía que ese privilegio estaba destinado sólo a Gabriel..."
- "Pero... lo hicimos. Fuimos héroes..."
- "La sociedad convierte a unos en héroes y a otros en criminales. Acá es más simple, sin moral. Matar es matar, punto." -El viejo gesticula burlonamente mientras dice estas palabras.
- "¿Por qué Dios permite esto?"
- "¡Shhhh! ¡No lo nombres que se me ponen lo pelos de punta! Es simple muchacho, es algo que beneficia a ambas partes" -El viejo vuelve a sonreír.
El hombre abatido no puede terminar de comprender lo que escucha. Casi llorando pregunta:
- "¿Como que beneficia a ambas partes?"
- "Sin maldad, el mundo no conocería la bondad. Sin la oscuridad, no conocería la luz. Él gana poder mostrarles lo maravilloso que es y nosotros... bueno, ganamos más y más almas, jejejeje".
- "¿Y tú quien se supone que eres? ¿El Diablo?"
- "Mucho gusto, me alegra que ya me conozca"
- "...El ángel caído..."
- "Ohhh, soy mucho más que eso"
- "¿Que quiere decir?"
- "Cuando llegue el momento, lo sabrás. Ahora pasa a mi hogar, tengo un par de cosas para mostrarte"
Cuando aún las palabras sonaban en el aire, unos gusanos de gran tamaño salidos del lodo toman al hombre de los tobillos haciéndolo caer. Varios de ellos comienzan a caminarle por el cuerpo y no importa cuantos logre sacarse, cada vez son más.
Uno a uno comienzan a introducirse por los agujeros naturales del cuerpo. Los gusanos, de piel seca y dura, le raspan los conductos internos. El hombre grita y se retuerce del dolor, implorando ayuda al viejo, aún sabiendo que se trata del mismo Diablo.
Varios cangrejos salen del lodo lentamente y levantan al hombre sobre sus cabezas. A paso lento pero seguro comienzan a llevárselo hacia los mares de fuego y las nubes de ácido.
- "Bye bye" -Dice el viejo cuando pasan a su lado.
A los pocos metros, el niño que el hombre vio antes vuelve a pasar saltando y cantando:
Uno, dos, vienen por ti
Tres, cuatro, el eterno dolor
Cinco, seis, no tienes salvación
Siete, ocho, nunca morirás
Nueve, diez, nunca escaparás
El pequeño ríe al tomar la mano del viejo y ambos se van caminando lentamente por el límite del infierno.