Kaessius
23-Jun-2021, 21:18
Buenas tardes, empiezo con un relato con ambientación de ópera espacial y que posiblemente tenga que mejorar en posteriores entregas (no soy un genio pero lo intento)
En fin, empecemos:
Viajeros del espacio
Capitulo 1: La gran escisión
“Cuaderno de bitácora del capitán Mark Johnson, 25 de Octubre del año 120 del nuevo calendario.
Si algún día me preguntaran si aquellos tiempos fueron mejores, mas emocionantes que los actuales yo les contaría la siguiente historia.
Antaño, la humanidad habitaba en un solo planeta de todo el sistema y las cosas eran distintas, no eramos seres perfectos pero siempre nos hemos visto abocados a catástrofes o guerras que pudieron acabar con nosotros o simplemente diezmar a la casi totalidad del planeta, pero ya sea por cuestiones de fortuna o por la excelente labor de los que nos precedieron, seguimos adelante.
Conseguimos expandirnos encontrando obstáculos en nuestro camino, conseguimos colonizar Marte y aun nos quedaba demasiado recorrido por alcanzar las estrellas, aunque debo decir que nuestra raza le cuesta adaptarse a las innovaciones y facilidades que proporciona las nuevas tecnologías y debido a que siempre hemos tenido un largo periodo de paz, sucumbimos a la decadencia moral y ética que nunca pudimos superar.
Puedo decir que los ejércitos de cada nación estaban al mando y eran aquel poder en la sombra, tenían mas peso en las decisiones de cualquier presidente y siempre han sido la primera respuesta de ataque. Aquella unión de todos los poderes de La tierra serian conocidos como “La alianza terrestre”, mientras que en Marte se denominarían “La asociación marciana”, pero La asociación marciana no tenia un gobierno tan militarizado como el de la alianza terrestre y su gobernante promulgo un decreto de independencia tanto como nación como planeta.
Aquello no fue del agrado de La alianza terrestre y los intereses que para muchas corporaciones representaba aquella separación, tras aquella declaración los días, las semanas y los meses estuvieron llenos de sabotajes, intentos de asesinato a los empresarios, políticos o figuras importantes de La asociación marciana o el intento de abolir aquel decreto como sea, los medios de comunicación de ambos planetas daban noticias distintas y en cada debate publico el uno se acusaba al otro de no hacer lo correcto.
Como consecuencia de aquello, marte puso inspecciones en todos sus puertos espaciales y todos los transportes eran investigados, en La Tierra sucedió lo mismo y tras varios incidentes en aquellas inspecciones, se hizo un referéndum a todos los presidentes y gobernantes de La Tierra con la intención de aprobar el decreto “Géminis” para colocar representantes y organizaciones en cada puesto importante en Marte, pero aquello derivo en una protesta masiva por parte de los ciudadanos de Marte y denegaron el decreto “Géminis”.
Como consecuencia de ese rechazo La alianza terrestre hizo una declaración formal ante todos los medios de comunicación tanto públicos como privados, declarando el cese del cargo de los lideres que formarían el actual consejo de La asociación marciana y un acta de lealtad firmada por cada ciudadano de Marte, en caso de rechazar este decreto, se declararían la guerra contra La asociación marciana y cada aliado.
Pero llego aquel momento fatídico y la decisión fue tomada, La alianza terrestre y La asociación marciana estarían en guerra y pronto empezaron a reclutarnos, yo vivía en Marte por aquel entonces y no tenia mas remedio que acudir a filas, dejando a mi esposa e hijo en casa. La instrucción fue dura pero no había nada peor que aquellos combates que se producían en el espacio o los asaltos que hacíamos hacia las instalaciones o a otras naves enemigas, conocí a muchos amigos que perdí en aquella guerra conocida como “La guerra terrestre-marciana”.
Lo peor llego cuando los informes de inteligencia y espionaje descubrieron que en la antigua estación espacial internacional ahora conocida como estación ares, desarrollaban dos armas en secreto, un arma de partículas cuyo poder residía en dividir los átomos o juntar ciertos átomos para provocar una cierta reacción explosiva, la otra era peor, una nube química capaz de cubrir cualquier atmósfera e impedir que los rayos del sol incidieran en la superficie.
Nos preparamos aquella vez para lo que debería ser el golpe final y acabar con esta guerra, el nombre de la operación era “Salto de ángel”,la derrota supondría nuestro final como planeta independiente y todo lo que habíamos creado. Nuestro capitán nos dio permiso en la nave para descansar hasta que nos llamaran, yo y los estábamos allí decidimos que hacer con aquel tiempo y como afrontaríamos esto, yo envié un mensaje a mi mujer y a mi hijo deseándoles lo mejor y decirles cuanto los quería, ya que no sabría si iba a volver de aquella misión con vida.
Esta parte siempre se me ha hecho complicada y quizás debas saberlo todo, pero solo diré que nuestro plan parecía bueno ya que todo funcionaba sobre la marcha hasta que asaltamos la estación ares, aquel asalto era una trampa y pronto nos vimos rodeados por el fuego enemigo y las compuertas a nuestras espaldas, solo dos pudimos salir de aquel infierno, ese era yo y el otro era el comandante Henry Jensen, por suerte el estaba inconsciente del golpe.
Intente alejar la capsula de escape de la estación e intentar dejar atrás a mis perseguidores, pero me quede inconsciente. Cuando abrí los ojos en un hospital de Marte vi a mi mujer y mi hijo sentados, les pregunte que había pasado y cuanto tiempo llevaba inconsciente.
La respuesta había sonado como un duro golpe, en 4 meses, nos habían rescatado una patrulla que se dirigía a la estación ares había destruido a nuestros perseguidores, para mi sorpresa les pregunte porque las patrullas se habían salido de su itinerario y la respuesta fue que investigaban una enorme explosión que habían visto a lo lejos. Según la versión de los pilotos fueron a contactar con el comandante Edward Duanston y según las coordenadas su crucero se hallaba en la cara oculta de la luna, no siguieron contando nada mas, pero suponía que algo horrible había sucedido.
Semanas mas tarde pude recuperarme plenamente y celebraron una ceremonia en mi nombre, otorgándome el máximo honor para un soldado como yo, la estrella carmesí al coraje y a la lealtad. Mi vida transcurrió en un despacho ocupándome de atender a altos dignatarios y estrechar sus manos, había logrado acabar con la guerra aunque a un enorme coste.
Decidí investigar por mi cuenta, pero era material clasificado y a pesar del rango que ostentaba, nunca me permitieron averiguar que había ocurrido con La tierra, la estación o porque las salidas estaban restringidas al planeta. Al parecer conseguir averiguar que sucedió pero no fue fácil, a aquella persona le debía un favor y no me gustaba deber favores, La tierra había sufrido varios impactos y de mayor severidad, La actividad magmática se disparo en todo el planeta y aquellos que no murieron a causa de los átomos, lo harían a través de los terremotos, tsunamis, erupciones y finalmente la atmósfera se vería oscurecida por todas las columnas de humo.
Según el informe, realizaban viajes para salvar a todos las personas que se quedaron atrapadas o que no tenían los medios parea escapar, asentarlos en una zona de Marte e intentar que ninguno de los habitantes de Marte conociera su existencia salvo el personal cualificado y las personas de alta graduación.
Tras lo que sabia intente tomar una decisión, si revelaba esto seria condenado a un tribunal privado, encerrándome lo que me quedara de vida, pero si no lo hacia no podría tener la conciencia tranquila. En aquella debacle fui interrumpido y pronto me ofrecieron liderar una expedición hacia Alfa Centauri en una nave generacional, dije que lo pensaría aunque no me sentía con entusiasmo.
Llego un mensaje de esa persona que le debía un favor, “Aceptalo y sigue adelante”, me enfado bastante lo oportuno que era aunque una parte de mi se decantaba por aceptarlo, aquello no era casualidad y quizás aquello que tenia que saber era motivo para que me exiliaran de aquella forma, nada había acabado conmigo y lo unico que me derroto fue mi conciencia.
Acepte y me embarque con mi esposa e hijo, era el capitán de la nave a la que bautizamos como “Terra” en honor de aquel planeta hermoso. Muchas cosas han sucedido a lo largo de nuestro viaje y dejo esta silla para el siguiente capitán, espero que esta entrada le ayude y le sorprenda, pero como dijo un sabio:
“El pueblo que no conoce su historia esta condenado a repetirla”
En fin, empecemos:
Viajeros del espacio
Capitulo 1: La gran escisión
“Cuaderno de bitácora del capitán Mark Johnson, 25 de Octubre del año 120 del nuevo calendario.
Si algún día me preguntaran si aquellos tiempos fueron mejores, mas emocionantes que los actuales yo les contaría la siguiente historia.
Antaño, la humanidad habitaba en un solo planeta de todo el sistema y las cosas eran distintas, no eramos seres perfectos pero siempre nos hemos visto abocados a catástrofes o guerras que pudieron acabar con nosotros o simplemente diezmar a la casi totalidad del planeta, pero ya sea por cuestiones de fortuna o por la excelente labor de los que nos precedieron, seguimos adelante.
Conseguimos expandirnos encontrando obstáculos en nuestro camino, conseguimos colonizar Marte y aun nos quedaba demasiado recorrido por alcanzar las estrellas, aunque debo decir que nuestra raza le cuesta adaptarse a las innovaciones y facilidades que proporciona las nuevas tecnologías y debido a que siempre hemos tenido un largo periodo de paz, sucumbimos a la decadencia moral y ética que nunca pudimos superar.
Puedo decir que los ejércitos de cada nación estaban al mando y eran aquel poder en la sombra, tenían mas peso en las decisiones de cualquier presidente y siempre han sido la primera respuesta de ataque. Aquella unión de todos los poderes de La tierra serian conocidos como “La alianza terrestre”, mientras que en Marte se denominarían “La asociación marciana”, pero La asociación marciana no tenia un gobierno tan militarizado como el de la alianza terrestre y su gobernante promulgo un decreto de independencia tanto como nación como planeta.
Aquello no fue del agrado de La alianza terrestre y los intereses que para muchas corporaciones representaba aquella separación, tras aquella declaración los días, las semanas y los meses estuvieron llenos de sabotajes, intentos de asesinato a los empresarios, políticos o figuras importantes de La asociación marciana o el intento de abolir aquel decreto como sea, los medios de comunicación de ambos planetas daban noticias distintas y en cada debate publico el uno se acusaba al otro de no hacer lo correcto.
Como consecuencia de aquello, marte puso inspecciones en todos sus puertos espaciales y todos los transportes eran investigados, en La Tierra sucedió lo mismo y tras varios incidentes en aquellas inspecciones, se hizo un referéndum a todos los presidentes y gobernantes de La Tierra con la intención de aprobar el decreto “Géminis” para colocar representantes y organizaciones en cada puesto importante en Marte, pero aquello derivo en una protesta masiva por parte de los ciudadanos de Marte y denegaron el decreto “Géminis”.
Como consecuencia de ese rechazo La alianza terrestre hizo una declaración formal ante todos los medios de comunicación tanto públicos como privados, declarando el cese del cargo de los lideres que formarían el actual consejo de La asociación marciana y un acta de lealtad firmada por cada ciudadano de Marte, en caso de rechazar este decreto, se declararían la guerra contra La asociación marciana y cada aliado.
Pero llego aquel momento fatídico y la decisión fue tomada, La alianza terrestre y La asociación marciana estarían en guerra y pronto empezaron a reclutarnos, yo vivía en Marte por aquel entonces y no tenia mas remedio que acudir a filas, dejando a mi esposa e hijo en casa. La instrucción fue dura pero no había nada peor que aquellos combates que se producían en el espacio o los asaltos que hacíamos hacia las instalaciones o a otras naves enemigas, conocí a muchos amigos que perdí en aquella guerra conocida como “La guerra terrestre-marciana”.
Lo peor llego cuando los informes de inteligencia y espionaje descubrieron que en la antigua estación espacial internacional ahora conocida como estación ares, desarrollaban dos armas en secreto, un arma de partículas cuyo poder residía en dividir los átomos o juntar ciertos átomos para provocar una cierta reacción explosiva, la otra era peor, una nube química capaz de cubrir cualquier atmósfera e impedir que los rayos del sol incidieran en la superficie.
Nos preparamos aquella vez para lo que debería ser el golpe final y acabar con esta guerra, el nombre de la operación era “Salto de ángel”,la derrota supondría nuestro final como planeta independiente y todo lo que habíamos creado. Nuestro capitán nos dio permiso en la nave para descansar hasta que nos llamaran, yo y los estábamos allí decidimos que hacer con aquel tiempo y como afrontaríamos esto, yo envié un mensaje a mi mujer y a mi hijo deseándoles lo mejor y decirles cuanto los quería, ya que no sabría si iba a volver de aquella misión con vida.
Esta parte siempre se me ha hecho complicada y quizás debas saberlo todo, pero solo diré que nuestro plan parecía bueno ya que todo funcionaba sobre la marcha hasta que asaltamos la estación ares, aquel asalto era una trampa y pronto nos vimos rodeados por el fuego enemigo y las compuertas a nuestras espaldas, solo dos pudimos salir de aquel infierno, ese era yo y el otro era el comandante Henry Jensen, por suerte el estaba inconsciente del golpe.
Intente alejar la capsula de escape de la estación e intentar dejar atrás a mis perseguidores, pero me quede inconsciente. Cuando abrí los ojos en un hospital de Marte vi a mi mujer y mi hijo sentados, les pregunte que había pasado y cuanto tiempo llevaba inconsciente.
La respuesta había sonado como un duro golpe, en 4 meses, nos habían rescatado una patrulla que se dirigía a la estación ares había destruido a nuestros perseguidores, para mi sorpresa les pregunte porque las patrullas se habían salido de su itinerario y la respuesta fue que investigaban una enorme explosión que habían visto a lo lejos. Según la versión de los pilotos fueron a contactar con el comandante Edward Duanston y según las coordenadas su crucero se hallaba en la cara oculta de la luna, no siguieron contando nada mas, pero suponía que algo horrible había sucedido.
Semanas mas tarde pude recuperarme plenamente y celebraron una ceremonia en mi nombre, otorgándome el máximo honor para un soldado como yo, la estrella carmesí al coraje y a la lealtad. Mi vida transcurrió en un despacho ocupándome de atender a altos dignatarios y estrechar sus manos, había logrado acabar con la guerra aunque a un enorme coste.
Decidí investigar por mi cuenta, pero era material clasificado y a pesar del rango que ostentaba, nunca me permitieron averiguar que había ocurrido con La tierra, la estación o porque las salidas estaban restringidas al planeta. Al parecer conseguir averiguar que sucedió pero no fue fácil, a aquella persona le debía un favor y no me gustaba deber favores, La tierra había sufrido varios impactos y de mayor severidad, La actividad magmática se disparo en todo el planeta y aquellos que no murieron a causa de los átomos, lo harían a través de los terremotos, tsunamis, erupciones y finalmente la atmósfera se vería oscurecida por todas las columnas de humo.
Según el informe, realizaban viajes para salvar a todos las personas que se quedaron atrapadas o que no tenían los medios parea escapar, asentarlos en una zona de Marte e intentar que ninguno de los habitantes de Marte conociera su existencia salvo el personal cualificado y las personas de alta graduación.
Tras lo que sabia intente tomar una decisión, si revelaba esto seria condenado a un tribunal privado, encerrándome lo que me quedara de vida, pero si no lo hacia no podría tener la conciencia tranquila. En aquella debacle fui interrumpido y pronto me ofrecieron liderar una expedición hacia Alfa Centauri en una nave generacional, dije que lo pensaría aunque no me sentía con entusiasmo.
Llego un mensaje de esa persona que le debía un favor, “Aceptalo y sigue adelante”, me enfado bastante lo oportuno que era aunque una parte de mi se decantaba por aceptarlo, aquello no era casualidad y quizás aquello que tenia que saber era motivo para que me exiliaran de aquella forma, nada había acabado conmigo y lo unico que me derroto fue mi conciencia.
Acepte y me embarque con mi esposa e hijo, era el capitán de la nave a la que bautizamos como “Terra” en honor de aquel planeta hermoso. Muchas cosas han sucedido a lo largo de nuestro viaje y dejo esta silla para el siguiente capitán, espero que esta entrada le ayude y le sorprenda, pero como dijo un sabio:
“El pueblo que no conoce su historia esta condenado a repetirla”