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josedavid2013
03-May-2014, 23:12
Lo engañoso de la imagen en el otro universo

Relativamente, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad

Sin que se me olvide la consideración que merece, y el valor que tiene toda persona.

Relativamente, en este asunto hay una cosa más importante que cualquier otra, más trascendental que lo que se retrase sea la imagen y no el tiempo, más significativo que equivocarse en esta o en otras cosas,…………. y es que usted no se vaya a sentir disgustada o disgustado por mi impertinencia; por mi atrevimiento al querer demeritar tan hermoso supuesto, ¡lleno de muchas posibilidades!

Indudablemente, esta historia es muy útil, ¡mucho!, ¡como muchos son los pensamientos!, más abundantes que los granos de arena en las orillas del mar.

Relativamente, lo que me da ánimos para meterme en esta impertinente chifladura de cuestionar la posibilidad de retroceder, o adelantarse físicamente en el tiempo, ¡es que!, por más que lo he intentado, no he logrado hacer el pensamiento convincente que me permita entender la ley física o metafísica que describa el prodigioso fenómeno. ¡En cambio!, ¡simplemente!, la observación de Vagheroso la veo inteligible; ¡la puedo entender!, y quisiera saber si alguien generoso, valiente, ambicioso, noble, podría ocuparse en la tarea de estudiar la resumida descripción de lo observado por Vagheroso, “para saber si le resulta comprensible”.

Relativamente, ¡el viaje en el tiempo!, ¡el incremento de la masa!, son cosas que fundamentalmente se creen, “pero no se entienden”. ¡Y si yo o cualquiera alega entenderlas una mentira dirá!,…………¡Será una mentira grande!; grande como las nevadas montañas, grande como la cantidad de bellas flores que sobre la superficie de esta Tierra o de Maera están.

En la ciencia, encontrar la formulación correcta de un problema es a menudo la forma correcta para resolverlo……...Stephen Hawking.

Relativamente, un acto de la inteligencia es creer, y otra acción algo diferente en el intelecto, es entender.

Relativamente, me sentí desconcertado y confundido cuando un amigo me dijo una vez: ¿y usted no entiende la relatividad?, si eso es facilísimo de entender, facilííííííísimo.

Relativamente, así de sensata y así de inteligente es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes dicen que si entienden, sin que sea cierto,………!y claro!, ¡son inteligentes y astutos!, porque hacen que la vida fluya con ligereza y en paz.

Relativamente, ¿que será entender, creer, o la experiencia sensorial de los sentidos, o el pensamiento?..............es una pregunta muy sencilla, ¡pero no es que sea tampoco facilííííísima de responder!

Relativamente, muchísimas cosas son posibles, muchas más de las que uno pueda imaginar. Es posible que si me desplazara a la velocidad de la luz retrocediera en el tiempo, o se modificara el transcurrir percibido entre dos observadores; es posible también que si ello no se diera en este cosmos, sucedería en otro paralelo…………….!pero lo que si es imposible!, es que yo o alguien entienda o haya entendido la relatividad.

Relativamente, una formulación correcta es muy importante en la comprensión de un problema, y estoy bastante convencido de que mí dificultad para entender la relatividad, estaba en que no fue formulada correctamente. En consecuencia, es muy posible, ¡pero muy posible!, que en todo ello exista una equivocación, una confusión entre la imagen de un reloj lejano mostrando una hora atrasada, ¡y suponer!, que ver el reloj rezagado es debido a que el tiempo modifico su ritmo; “como se llego a pensar en la bella Maera” …………!pero además, me encuentro moderadamente persuadido, de que la descripción correcta de los hechos que se dan en nuestro universo, se correspondería con la observación de Vagheroso, que me permití anexar en la crónica!

La ciencia no es perfecta, se utiliza a menudo mal, no es más que una herramienta, pero es la mejor herramienta que tenemos, se corrige, siempre está evolucionando y se puede aplicar a todo. Con esta herramienta conquistamos lo imposible……..Carl Sagan

Relativamente, ¡resulte ser alguien muy lento!, porque me demore más de quince años intentando entender la relatividad; “hasta llegar a concluir, que es que ella no se puede entender porque está mal formulada”.

Relativamente, “una cosa es creer y otra cosa es entender”.

Relativamente, ¡lo confieso!, hablando así yo soy un insensato; porque hago lo contrario de la gente, que es más bien inteligente y sensata.

Ni el señor Alberto Einstein, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad, ¡eso se parece como a la puntita, de la punta que sobresale del iceberg!,…………... ¡y sin embargo ahora, alcanzo a ser conciente de la abundante ignorancia en que me encuentro yo!

Relativamente, yo nunca pude entender la relatividad; ¡pero claro!, es que nadie la entiende o la entendió; ¡y si uno no entiende algo!, ¿lo podrá explicar?

Relativamente, si es correcta la interpretación que hago sobre la concordancia que hay entre lo ocurrido en el Roguloso y en este universo nuestro, podría ser que esta crónica resulte impertinente. Pero también es cierto que ella sería pertinente, ¡y sería amable!, porque informarle a la gente de lo que uno cree puede ser una equivocación, y hacerlo de la manera en que yo lo hago, ¡que es valorando la inigualable importancia que tiene cualquiera!, ¡es muy cordial y es pertinente!

Relativamente, el señor Einstein fue un sabio, porque distinguir la amable facilidad con que frecuentemente creemos, es notar con claridad el desconcierto en que normalmente nos encontramos; y eso, ya es saber mucho; ¡si!, poder notar esa incertidumbre es conocer.

Relativamente, ¡ya sé lo que sucedió!, ¡ya comprendí lo que ocurrió!..........……….lo que sucedió, ¡es que todos notábamos que no entendíamos!, ¡pero a reconocerlo no nos atrevíamos!

Relativamente, al final de las consideraciones, todas las personas son genios, u ostentan capacidades que son geniales.

Relativamente, ¡por favor!, no se vaya a disgustar, regálele un poco de consideración a este amigo, que por querer evitarle una equivocación es veraz y le dice lo que cree él ha ocurrido. ……………!Aquí no hay engaño!, y además, ¿quien sin un fundamento se atrevería a contradecir tan prestigiosa creencia?

Relativamente, la relatividad no la logre entender yo, no la alcanzo a entender el sampial Albeirto Astían sobre el suelo de Maera, en el roguloso; no la consiguió dilucidar el señor Albert Einstein sobre esta hermosa tierra, no la logro explicar don Roberto García, no se la logre entender a la guapa ingeniera Amanda Vargas;……….!No la pudo explicar nadie; ¡y yo menos!

Relativamente, ¡el problema mío fue que se me produjo una frustración!, porque yo no podía entender la relatividad, en tanto que uno que otro amigo o conocido con el que cruzamos caminos, “si lo logró”; ¡bueno!, “eso fue lo que dijo él”, que él la entendía muy fácil, ¡eso dijo ese buen amigo!

Relativamente, ¡parece!, “como si sucediera con la luz algo semejante a lo que ocurre con el sonido”, que cuando la locomotora se acerca silbando la frecuencia sube, y cuando se aleja baja.

Relativamente, ¿que es entender?, ¿que será exactamente entender facilííííííísimo?

Si después de estudiar los archivos venidos del Roguloso, pude acertar con la explicación que encontré, y la interpretación que hice con ella sobre lo ocurrido en Maera y acá, ¡en nuestro universo! ¡Por favor!, tenga la bondad de aceptar mis disculpas, cualquiera que se sienta fastidiada o fastidiado, ¡disgustados con mi impertinencia!

Debo reconocer lo muy impertinente que soy, al querer compartirles lo que descubrí en esos archivos venidos de ese otro cielo; ¡pero gracias al buen estilo que he copiado de otras personas y me ha inculcado mucha gente con educada sensibilidad!, creo que ni siquiera de pensamiento alcance a ser tan maleducado como para menospreciar la opinión de cualquiera, o a su persona.

Relativamente, si la luz se demora para ir de un lado a otro, significa que aquí la imagen se retarda de alguna manera, porque las imágenes que perciben los ojos están hechas de luz. Y significaría que el sampial Astain, o el señor Alberto posiblemente se equivocaron como cualquiera de nosotros, confundiendo el retardo de la imagen con el atraso del tiempo. Y demostraría este hecho, ¡que por fortuna!, tanto ellos como nosotros somos gente normal; ¡si, geniales!, pero dentro de los linderos de la normalidad.

Relativamente, estaría muy mal hecho dejar todo así, y no comentar sobre las conclusiones que encontré al examinar esos archivos llegados a mis manos desde ese otro universo. ………!eso estaría más mal hecho!, que incurrir en esta impertinencia.

Si el señor Albert Einstein hubiera creído más en la compasión de la gente, ¡en la consideración!, no nos hubiera dejado engañados.

Relativamente, así de asombrosamente es que creemos todos, ¡porque creer realmente!, es aceptar la idea sin que verdaderamente se comprenda.

Relativamente, lo más importante y lo más difícil, no es comprender sobre muchas cosas, ¡sino lograr comprender!, “o ver”, la bondad, la belleza que está en cualquier persona.

Relativamente, esta es la principal conclusión que deduzco de la observación hecha por Vagheroso, que el retraso del tiempo no lo logre entender, no lo entiendo, ¡no lo veo en el pensamiento!; ¡en cambio!, el retraso de la imagen de un reloj lejano y la hora que se ve atrasada en esa estampa si lo entiendo, ¡eso si lo comprendo!

Relativamente, creer la relatividad es algo muy parecido a hacer un acto de fe………!si!, es un acto de fe en las posibilidades de las capacidades humanas, es un acto de fe en el valor que tiene cada persona y la educación que debe estar presente al tratarla.

Relativamente, el tiempo se comprende mediante una relación matemática, “la relación de dos magnitudes”, el espacio recorrido y la velocidad de un cuerpo; ¡por eso!, ¡nuestros queridos antepasados decían!: caminando a buen ritmo, en una luna llegaremos; más o menos en tres lunas germinara el campo, etc…………...y ahí ya ellos comprendían el tiempo mediante una relación matemática, porque la luna tarda un determinado lapso en recorrer la longitud de un espacio, y la extensión de ese lapso depende, o tiene relación con la magnitud de la velocidad a la que se desplaza el apacible satélite mientras transita la longitud de su orbita.

Relativamente, ¡por favor!, les ruego que a mí no me culpen de nada; ¡bueno!, solamente de ser un poquito impertinente con este reportaje.

Ciertamente, ¡no se puede desconocer y no debo olvidar!, que hoy en día las personas tenemos más ayudas para instruirnos; además de poseer la fortuna de poder acceder a una mayor información; “pero hace cien años o algo menos, no era así”.

Eso lo vi en un libro de física digno de mis elogios. Yo leí y comprendí lo que un hombre ducho en el estudio de esa materia explicaba, respecto a que el concepto de velocidad se expresaba al dividir, al comparar dos magnitudes: el espacio sobre el tiempo. También entendí sus argumentos, y le creí el razonamiento que hizo al mover o transponer los términos, encontrando el valor del tiempo, que surge de comparar dos magnitudes: el espacio sobre la velocidad;……………!y esto quiere decir!, que nuestros queridos antepasados, mucho antes de todos los progresos, disponiendo solamente de primitivas herramientas, hacían el mismo calculo matemático que se formulo en ese libro; o sea, ¡ellos!, sin darse cuenta, comparaban el espacio recorrido por la luna al transitar su orbita con la velocidad de ella, para obtener el número de lunas llenas, nuevas, etc, transcurridas. ¡Ellos como nosotros eran matemáticos!, y entendían el tiempo mediante una relación matemática, “una relación entre dos magnitudes”, ¡porque todo el mundo!, sin darse mucha cuenta, es matemático y usa las matemáticas.

Relativamente, ya entendí en que estaba pensando el señor Albert Einstein cuando cito la segunda de dos cosas, ¡para él infinitas!...........................él pensaba que las personas creíamos con mucha facilidad las cosas que el afirmaba, cosas que ni para él mismo eran suficientemente claras. ¡y también cavilo embargado en temor!, en decirles toda la verdad de lo que pensaba; mas comprendiendo ligeramente su situación, el ánimo sólo le alcanzo, para describir la situación con una velada ironía.

Si el señor Albert Einstein hubiera creído más en la compasión de la gente, ¡en la consideración!, no nos hubiera dejado engañados.

Si después de estudiar los archivos venidos del Roguloso, pude acertar con la explicación que encontré, y la interpretación que hice con ella sobre lo ocurrido en Maera y acá, ¡en nuestro universo! ¡Por favor!, tenga la bondad de aceptar mis disculpas, cualquiera que se sienta fastidiada o fastidiado, ¡disgustados con mi impertinencia!

Relativamente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con ligereza y en paz.



Cordialmente

José David Salcedo Baquero

http://www.bubok.co/libros/210146/lo-en ... o-universo