cazaazor
22-Sep-2013, 21:11
La Verdad Absoluta y la Ética
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Primero debemos entender el concepto de la ética y de la libertad.
Desde la Grecia clásica, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre, es decir, aquellos actos sobre los que ejerce algún control racional. Esto no se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.
Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo, desde el punto de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no, con lo que serían el bien y el mal en sí.
También hay que decir, que las normas éticas se derivan en actuaciones o caminos a seguir por los seres humanos, con términos como la esencia, o la Naturaleza de, o la determinación, también la función de, el final, o el sentido u objetivo de algo. Así, la palabra "objetivo" es incluso lo que en realidad busca una persona. La palabra objetivo también puede referirse a lo que debe perseguir un hombre o mujer, desde el punto de vista de la perfección ética, a esto se les denominan principios morales, y que aluden a lo que deberían hacer los hombres y mujeres para actuar, pensar y sentir de forma correcta.
Además, la ética debe ir más allá de la lógica, como el ejemplo que dice que la esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no debería estar permitida, porque no refleja la naturaleza de la sexualidad, aquí también entrarían las conductas homosexuales.
Esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una justificación de las normas, no que las normas son una justificación del ser.
Por lo que en la ética entran las voluntades de las personas y su derecho a que sean respetadas, buscando conductas y normas que permitan la convivencia en armonía y el respeto mutuo.
Y con la voluntad entramos en la libertad.
Todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en un Estado o sociedad, no pueden ni deben ser privados o postergados.
Pero también la libertad tiene que ser limitada, para evitar que entren en conflicto las libertades, por eso se dice que la libertad del individuo acaba donde empieza la libertad de los demás.
La definición de la verdad
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Según Platón, podemos distinguir dos mundos: el mundo sensible o mundo de los sentimientos o realidad aparente, y el mundo inteligible, o mundo de la inteligencia o mundo de la razón.
El mundo sensible es el mundo al que tenemos acceso a través de los sentidos, o mejor dicho a través de los sentimientos. En él hay dos tipos de entidades: las sombras e imágenes de los objetos, y los objetos físicos o reales, y esto también se puede llevar a los hechos o acontecimientos de nuestra vida.
Los objetos físicos son cambiantes, por lo que cualquier conocimiento sobre ellos es relativo y temporal.
Este mundo no es verdaderamente real, sino que es el mundo de la multiplicidad, del cambio y el devenir. Como diría Heráclito, pura contradicción.
El mundo sensible es una copia defectuosa del mundo inteligible.
En resumen, solo podemos ver la verdad mediante el uso de la razón.
La Alegoría de la caverna de Platón
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En esta alegoría se describe una caverna en la cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna, sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos se encuentra una hoguera y más lejos la entrada de la cueva. Con frecuencia por detrás circulan hombres portando todo tipo de objetos, cuyas sombras gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared donde los prisioneros pueden verlas.
Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión, ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.
Si uno de estos hombres, fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, este contemplaría una nueva realidad, o una realidad más profunda y completa, ya que su realidad estaba compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido este hombre liberado esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna, y luego a escalar una montaña a través de una escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, ríos, lagos, el Sol, la Luna, las estrellas del firmamento, etc.) fundamentos de la verdad absoluta.
La alegoría acaba al hacer entrar de nuevo al prisionero al interior de la caverna, para "liberar" a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse cegado por la claridad del Sol. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad.
El Yo
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En psicología el yo, más frecuentemente refiriéndose al ego, se define como la unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad, y de su relación con el medio, es pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos, psíquicos y sexuales.
En la teoría del psicoanálisis con la que Sigmund Freud intentó explicar el funcionamiento psíquico humano, se explica la existencia de un "aparato" psíquico que tiene una estructura particular.
1-El Ello: Su contenido es inconsciente y consiste fundamentalmente en la expresión psíquica de los impulsos y deseos. Y siempre está en conflicto con el Yo y el Superyó.
2-El Yo: Parte psíquica actuante y que aparece como mediadora entre las otras dos partes. Intenta conciliar el Superyó con el Ello. Es la parte encargada de desarrollar mecanismos que permitan obtener el mayor placer posible, pero dentro de los marcos que la realidad permita. Es además la entidad psíquica encargada de la defensa.
3-El Superyó: Es el guardián de la moral, es la parte enjuiciadora de la actividad del ser. El Superyó es para Freud una parte de la mente que procede del complejo de Edipo, o dicho de otra manera, de los valores inculcados por nuestros progenitores o tutores.
El Ego
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El ego es para la psicología, la parte psíquica a través de la cual el individuo se reconoce así mismo, y es consciente de su propia identidad. El ego, por lo tanto, es el punto de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior, los ideales del superyó y de los instintos del ello.
En el lenguaje coloquial, por último, se suele hacer referencia al ego como exceso de autoestima.
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción que tenemos de nosotros mismos.
La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, nuestra autoestima determina toda nuestra vida.
En el budismo se considera al ego a una ilusión de la mente, de tal modo, que la autoestima e incluso el alma, son también ilusiones, por tanto, el amor y la compasión hacia todos los seres con sentimientos y la nula consideración del ego, constituyen la base de la felicidad absoluta. En palabras de Buda, no hay un camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino.
Según estos principios, el ego es en realidad una parte de nosotros que nos engaña para obtener siempre lo que quiere, pero que no es realmente nosotros, no es nuestro verdadero yo.
Siete pasos para dominar el Ego por Wayne Dyer
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1.No te sientas ofendido.
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La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizado. Lo que te ofende solo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontraras cada dos por tres. Es tu ego en plena acción, convenciéndote de que el mundo no debería ser como es. Pero puedes convertirte en degustador de la vida y corresponderte con el Espíritu universal de la Creación. No puedes alcanzar la fuerza de la intención sintiéndote ofendido, etc…. Sentirse ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.
2. Libérate de la necesidad de ganar.
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Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el contacto consciente con la intención. ¿Por qué? Porque, en última instancia, es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo y con más suerte que tú, y siempre volverás a sentirte insignificante y despreciable. Tú no eres tus victorias. Puede que te guste la competición y que te diviertas en un mundo en el que ganar lo es todo, pero no tienes por que estar allí con tus pensamientos.
No existen perdedores, en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía. Lo más que puedes decir es que en determinado día rendiste a cierto nivel en comparación con el nivel de otras personas ese mismo día, etc…. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto de ganar es perder.
3. Libérate de la necesidad de tener razón.
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El ego es fuente de conflictos y disensiones porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado de la fuerza de la intención. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y esta libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: No soy tu esclavo, etc…
4. Libérate de la necesidad de ser superior.
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La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante conciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la misión de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es posible cuando te consideras superior a los demás. No por viejo es menos cierto este dicho: Todos somos iguales ante Dios ojos de Dios, etc…
5. Libérate de la necesidad de tener más.
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El mantra del ego es más. Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistiría en que no es suficiente. Te veras luchando continuamente y eliminaras la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir como utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como si te llegara mas de lo que deseas, etc…
6. Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros.
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Puede resultar un concepto difícil si piensas que tu y tus logros sois lo mismo. Dios escribe toda la música, Dios canta todas las canciones, Dios construye todos los edificios. Dios es la fuente de todos tus logros. Y ya oigo las protestas de tu ego, pero sigue sintonizado con esta idea. Todo emana de la Fuente. Tu y tu Fuente sois uno y lo mismo! No eres ese cuerpo y sus logros, etc…
7. Libérate de tu fama.
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La fama que tienes no esta localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella. Si hablas con treinta personas, tendrás treinta famas distintas. Conectarse a la intención significa escuchar los dictados de tu corazón y actuar basándote en lo que tu voz interior te dice que es tu meta aquí. Si te preocupas demasiado por como te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la Fuerza de la intención, etc….
Conclusión final
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No estoy de acuerdo con el señor Wayne Dyer, porque comete un error al pretender mezclar la razón con la religión, para empezar la falta total del ego nos convertiría en vegetales, la ambición y la ilusión por mejorar es lo que nos ha hecho progresar desde el comienzo de la humanidad, además Wayne Dyer demuestra tener muy alto su ego al pretender convertirse en nuestro Mesías.
También rechazar por completo al ego sería del todo imposible, ya que desde el punto de vista de la física el ego es el yo, si nos referimos al ego como a nuestra autoestima, es cierto que algunas personas tienen un exceso de autoestima, frente a otras que tienen un defecto de esta, si bien sería lo ideal o virtuoso, que las personas que tienen el ego bajo lo subieran un poco y las que lo tengan muy alto lo bajen, para buscar el equilibrio.
Yo manifiesto que el secreto de la felicidad está en el equilibrio corporal, emocional y social.
Cuando no hay equilibrio todo va mal, cuando comemos demasiado nuestro cuerpo termina enfermando, pasa lo mismo si comemos demasiado poco, con las emociones personales pasa lo mismo, en estas emociones hay que incluir las sensaciones que nos proporciona nuestra autoestima, por ese motivo tenemos que buscar el equilibrio en el ego.
En nuestra búsqueda de la verdad y la justicia, tenemos desarrollar una mecánica que nos permita analizar de forma objetiva los hechos que acontecen en nuestras vidas.
A esto lo llamo la Escenización de la vida
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Tenemos que pensar que los hechos importantes de nuestras vidas, son como escenas de teatro.
Y nosotros iremos interpretando todos los personajes de las escenas que vivamos, poniéndonos en nuestro lugar y en el lugar de los demás, para ver los diferentes puntos de vista.
De esta forma analizaremos mediante la razón, qué haríamos en el lugar de la otra persona o personas que han participado en la escena en cuestión.
Y usaremos métodos deductivos para suponer, su comportamiento y sus vivencias, en el pasado, presente y futuro.
De esta forma podremos juzgar a las personas que se crucen en nuestras vidas, para entender su comportamiento con respecto a nosotros.
A esto lo llamo reciprocidad del comportamiento
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La reciprocidad del comportamiento es ponerse literalmente en el lugar de otra persona, para juzgar sus actos con respecto a un hecho o escena de nuestra vida, mediante la ética y la razón.
De esta forma podremos discernir el comportamiento razonable o compresible, de una persona que interactúa con nosotros, frente al comportamiento ilógico o irracional, o simplemente maligno, de lo que podríamos decir una mala persona.
Es por tanto necesario descubrir a la maldad, por escondida que esta se encuentre en la sociedad, para actuar en consecuencia.
Más tarde en nuestra actuación o repesaría, siempre tiene que entrar el uso de la razón o la ética, ya que nosotros como seres humanos tenemos el derecho universal a la autodefensa, pero como ciudadanos tenemos la obligación de seguir las leyes establecidas y por tanto, delegar dicha responsabilidad en las autoridades competentes, si bien siempre teniendo presentes nuestros derechos fundamentales, bases estas que nos permitirían revelarnos contra las autoridades si fuera necesario.
En el derecho de autodefensa entraría el derecho a defender a quién o quienes queramos, siendo este un derecho a la solidaridad, ya que este derecho entraría en los valores éticos de defensa de los más débiles, sean parientes nuestros o desconocidos.
Si bien frente a una persona mala o maligna que nos arremete, debemos evaluar primero el tipo de agresión, para obrar en consecuencia, explico que no sería lógico golpear a alguien que nos insulte, ya que la agresión física tiene un grado mayor de violencia que la verbal, por tanto la postura ideal de una persona buena sería la del espejo, devolviendo el mismo tipo de agresión que se recibe, y siempre teniendo presente en la manera de lo posible que hay que evitar la confrontación.
Muchas gracias.
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Primero debemos entender el concepto de la ética y de la libertad.
Desde la Grecia clásica, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre, es decir, aquellos actos sobre los que ejerce algún control racional. Esto no se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.
Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo, desde el punto de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no, con lo que serían el bien y el mal en sí.
También hay que decir, que las normas éticas se derivan en actuaciones o caminos a seguir por los seres humanos, con términos como la esencia, o la Naturaleza de, o la determinación, también la función de, el final, o el sentido u objetivo de algo. Así, la palabra "objetivo" es incluso lo que en realidad busca una persona. La palabra objetivo también puede referirse a lo que debe perseguir un hombre o mujer, desde el punto de vista de la perfección ética, a esto se les denominan principios morales, y que aluden a lo que deberían hacer los hombres y mujeres para actuar, pensar y sentir de forma correcta.
Además, la ética debe ir más allá de la lógica, como el ejemplo que dice que la esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no debería estar permitida, porque no refleja la naturaleza de la sexualidad, aquí también entrarían las conductas homosexuales.
Esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una justificación de las normas, no que las normas son una justificación del ser.
Por lo que en la ética entran las voluntades de las personas y su derecho a que sean respetadas, buscando conductas y normas que permitan la convivencia en armonía y el respeto mutuo.
Y con la voluntad entramos en la libertad.
Todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en un Estado o sociedad, no pueden ni deben ser privados o postergados.
Pero también la libertad tiene que ser limitada, para evitar que entren en conflicto las libertades, por eso se dice que la libertad del individuo acaba donde empieza la libertad de los demás.
La definición de la verdad
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Según Platón, podemos distinguir dos mundos: el mundo sensible o mundo de los sentimientos o realidad aparente, y el mundo inteligible, o mundo de la inteligencia o mundo de la razón.
El mundo sensible es el mundo al que tenemos acceso a través de los sentidos, o mejor dicho a través de los sentimientos. En él hay dos tipos de entidades: las sombras e imágenes de los objetos, y los objetos físicos o reales, y esto también se puede llevar a los hechos o acontecimientos de nuestra vida.
Los objetos físicos son cambiantes, por lo que cualquier conocimiento sobre ellos es relativo y temporal.
Este mundo no es verdaderamente real, sino que es el mundo de la multiplicidad, del cambio y el devenir. Como diría Heráclito, pura contradicción.
El mundo sensible es una copia defectuosa del mundo inteligible.
En resumen, solo podemos ver la verdad mediante el uso de la razón.
La Alegoría de la caverna de Platón
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En esta alegoría se describe una caverna en la cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna, sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos se encuentra una hoguera y más lejos la entrada de la cueva. Con frecuencia por detrás circulan hombres portando todo tipo de objetos, cuyas sombras gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared donde los prisioneros pueden verlas.
Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión, ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.
Si uno de estos hombres, fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, este contemplaría una nueva realidad, o una realidad más profunda y completa, ya que su realidad estaba compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido este hombre liberado esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna, y luego a escalar una montaña a través de una escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, ríos, lagos, el Sol, la Luna, las estrellas del firmamento, etc.) fundamentos de la verdad absoluta.
La alegoría acaba al hacer entrar de nuevo al prisionero al interior de la caverna, para "liberar" a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse cegado por la claridad del Sol. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad.
El Yo
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En psicología el yo, más frecuentemente refiriéndose al ego, se define como la unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad, y de su relación con el medio, es pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos, psíquicos y sexuales.
En la teoría del psicoanálisis con la que Sigmund Freud intentó explicar el funcionamiento psíquico humano, se explica la existencia de un "aparato" psíquico que tiene una estructura particular.
1-El Ello: Su contenido es inconsciente y consiste fundamentalmente en la expresión psíquica de los impulsos y deseos. Y siempre está en conflicto con el Yo y el Superyó.
2-El Yo: Parte psíquica actuante y que aparece como mediadora entre las otras dos partes. Intenta conciliar el Superyó con el Ello. Es la parte encargada de desarrollar mecanismos que permitan obtener el mayor placer posible, pero dentro de los marcos que la realidad permita. Es además la entidad psíquica encargada de la defensa.
3-El Superyó: Es el guardián de la moral, es la parte enjuiciadora de la actividad del ser. El Superyó es para Freud una parte de la mente que procede del complejo de Edipo, o dicho de otra manera, de los valores inculcados por nuestros progenitores o tutores.
El Ego
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El ego es para la psicología, la parte psíquica a través de la cual el individuo se reconoce así mismo, y es consciente de su propia identidad. El ego, por lo tanto, es el punto de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior, los ideales del superyó y de los instintos del ello.
En el lenguaje coloquial, por último, se suele hacer referencia al ego como exceso de autoestima.
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción que tenemos de nosotros mismos.
La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, nuestra autoestima determina toda nuestra vida.
En el budismo se considera al ego a una ilusión de la mente, de tal modo, que la autoestima e incluso el alma, son también ilusiones, por tanto, el amor y la compasión hacia todos los seres con sentimientos y la nula consideración del ego, constituyen la base de la felicidad absoluta. En palabras de Buda, no hay un camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino.
Según estos principios, el ego es en realidad una parte de nosotros que nos engaña para obtener siempre lo que quiere, pero que no es realmente nosotros, no es nuestro verdadero yo.
Siete pasos para dominar el Ego por Wayne Dyer
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1.No te sientas ofendido.
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La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizado. Lo que te ofende solo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontraras cada dos por tres. Es tu ego en plena acción, convenciéndote de que el mundo no debería ser como es. Pero puedes convertirte en degustador de la vida y corresponderte con el Espíritu universal de la Creación. No puedes alcanzar la fuerza de la intención sintiéndote ofendido, etc…. Sentirse ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.
2. Libérate de la necesidad de ganar.
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Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el contacto consciente con la intención. ¿Por qué? Porque, en última instancia, es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo y con más suerte que tú, y siempre volverás a sentirte insignificante y despreciable. Tú no eres tus victorias. Puede que te guste la competición y que te diviertas en un mundo en el que ganar lo es todo, pero no tienes por que estar allí con tus pensamientos.
No existen perdedores, en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía. Lo más que puedes decir es que en determinado día rendiste a cierto nivel en comparación con el nivel de otras personas ese mismo día, etc…. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto de ganar es perder.
3. Libérate de la necesidad de tener razón.
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El ego es fuente de conflictos y disensiones porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado de la fuerza de la intención. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y esta libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: No soy tu esclavo, etc…
4. Libérate de la necesidad de ser superior.
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La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante conciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la misión de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es posible cuando te consideras superior a los demás. No por viejo es menos cierto este dicho: Todos somos iguales ante Dios ojos de Dios, etc…
5. Libérate de la necesidad de tener más.
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El mantra del ego es más. Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistiría en que no es suficiente. Te veras luchando continuamente y eliminaras la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir como utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como si te llegara mas de lo que deseas, etc…
6. Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros.
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Puede resultar un concepto difícil si piensas que tu y tus logros sois lo mismo. Dios escribe toda la música, Dios canta todas las canciones, Dios construye todos los edificios. Dios es la fuente de todos tus logros. Y ya oigo las protestas de tu ego, pero sigue sintonizado con esta idea. Todo emana de la Fuente. Tu y tu Fuente sois uno y lo mismo! No eres ese cuerpo y sus logros, etc…
7. Libérate de tu fama.
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La fama que tienes no esta localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella. Si hablas con treinta personas, tendrás treinta famas distintas. Conectarse a la intención significa escuchar los dictados de tu corazón y actuar basándote en lo que tu voz interior te dice que es tu meta aquí. Si te preocupas demasiado por como te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la Fuerza de la intención, etc….
Conclusión final
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No estoy de acuerdo con el señor Wayne Dyer, porque comete un error al pretender mezclar la razón con la religión, para empezar la falta total del ego nos convertiría en vegetales, la ambición y la ilusión por mejorar es lo que nos ha hecho progresar desde el comienzo de la humanidad, además Wayne Dyer demuestra tener muy alto su ego al pretender convertirse en nuestro Mesías.
También rechazar por completo al ego sería del todo imposible, ya que desde el punto de vista de la física el ego es el yo, si nos referimos al ego como a nuestra autoestima, es cierto que algunas personas tienen un exceso de autoestima, frente a otras que tienen un defecto de esta, si bien sería lo ideal o virtuoso, que las personas que tienen el ego bajo lo subieran un poco y las que lo tengan muy alto lo bajen, para buscar el equilibrio.
Yo manifiesto que el secreto de la felicidad está en el equilibrio corporal, emocional y social.
Cuando no hay equilibrio todo va mal, cuando comemos demasiado nuestro cuerpo termina enfermando, pasa lo mismo si comemos demasiado poco, con las emociones personales pasa lo mismo, en estas emociones hay que incluir las sensaciones que nos proporciona nuestra autoestima, por ese motivo tenemos que buscar el equilibrio en el ego.
En nuestra búsqueda de la verdad y la justicia, tenemos desarrollar una mecánica que nos permita analizar de forma objetiva los hechos que acontecen en nuestras vidas.
A esto lo llamo la Escenización de la vida
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Tenemos que pensar que los hechos importantes de nuestras vidas, son como escenas de teatro.
Y nosotros iremos interpretando todos los personajes de las escenas que vivamos, poniéndonos en nuestro lugar y en el lugar de los demás, para ver los diferentes puntos de vista.
De esta forma analizaremos mediante la razón, qué haríamos en el lugar de la otra persona o personas que han participado en la escena en cuestión.
Y usaremos métodos deductivos para suponer, su comportamiento y sus vivencias, en el pasado, presente y futuro.
De esta forma podremos juzgar a las personas que se crucen en nuestras vidas, para entender su comportamiento con respecto a nosotros.
A esto lo llamo reciprocidad del comportamiento
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La reciprocidad del comportamiento es ponerse literalmente en el lugar de otra persona, para juzgar sus actos con respecto a un hecho o escena de nuestra vida, mediante la ética y la razón.
De esta forma podremos discernir el comportamiento razonable o compresible, de una persona que interactúa con nosotros, frente al comportamiento ilógico o irracional, o simplemente maligno, de lo que podríamos decir una mala persona.
Es por tanto necesario descubrir a la maldad, por escondida que esta se encuentre en la sociedad, para actuar en consecuencia.
Más tarde en nuestra actuación o repesaría, siempre tiene que entrar el uso de la razón o la ética, ya que nosotros como seres humanos tenemos el derecho universal a la autodefensa, pero como ciudadanos tenemos la obligación de seguir las leyes establecidas y por tanto, delegar dicha responsabilidad en las autoridades competentes, si bien siempre teniendo presentes nuestros derechos fundamentales, bases estas que nos permitirían revelarnos contra las autoridades si fuera necesario.
En el derecho de autodefensa entraría el derecho a defender a quién o quienes queramos, siendo este un derecho a la solidaridad, ya que este derecho entraría en los valores éticos de defensa de los más débiles, sean parientes nuestros o desconocidos.
Si bien frente a una persona mala o maligna que nos arremete, debemos evaluar primero el tipo de agresión, para obrar en consecuencia, explico que no sería lógico golpear a alguien que nos insulte, ya que la agresión física tiene un grado mayor de violencia que la verbal, por tanto la postura ideal de una persona buena sería la del espejo, devolviendo el mismo tipo de agresión que se recibe, y siempre teniendo presente en la manera de lo posible que hay que evitar la confrontación.
Muchas gracias.